En Estados Unidos cada 30 segundos un latino cumple 18 años de edad y gana la capacidad de votar. Ese crecimiento poblacional ha conducido a que este año los votantes hispanos y juveniles sean ya el 13.3% del electorado, quienes podrían cambiar los resultados de las votaciones hacia una u otra candidaturas.
Según Latino Decisions, en estados competitivos, 61 por ciento de los jóvenes latinos afirman que están entusiasmados por la selección de la senadora Kamala Harris como candidata vicepresidencial demócrata en fórmula con Joe Biden.
Arizona y Florida serán algunos de los estados clave en la votación de noviembre, aunque otros, como Texas y California podrían ser decisivos por el número de su población latina, joven y con otras perspectivas políticas que sus padres.
Entre éstos últimos están los “dreamers”, el sector de la población juvenil que ahora cursa la universidad y son hijos de emigrantes latinos, y a quienes el presidente Trump ha amenazado con diferentes maneras para poner en entredicho su estancia en la Unión Americana.
En ese contexto, los observadores consideran que la presencia de Harris en la campaña atraería el voto juvenil hacia los demócratas, principalmente por sus resultados como senadora por California.
Sin embargo, para Raúl Zibechi, las elecciones norteamericanas han perdido la atracción de que tenían hace años; principalmente porque tanto demócratas como republicanos tienen un interés central: mantener la dominación, como superpotencia, en el mundo.
En un comentario publicado por la agencia noticiosa Sputnik, menciona que los demócratas se empeñan en más de lo mismo; es decir, el binomio Biden-Harris muestran la misma iconografía que los llevó a la derrota en 2016 con Hillary Clinton.
Biden, este jueves, aseguró en su discurso de aceptación de la candidatura que quienes voten por sus propuestas estarán apoyando la salida estadounidense de “una época de oscuridad” de la cual Trump es el principal responsable.
Inclusive lo señaló de haber favorecido a las grandes empresas de su país, marginando a las mayorías. Por lo cual es trascendental que los “más ricos” paguen más impuestos.
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