Debido a la crisis económica originada por la contingencia sanitaria por COVID-19 se disparó el comercio informal. Durante la pandemia, por lo menos 900 comerciantes establecidos que cerraron sus puertas y transitaron a la informalidad, al ambulantaje. Así lo informó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Querétaro, Fabián Camacho Arredondo.
Camacho aseguró que, de los establecimientos afiliados a la Canaco en el Estado, 1,800 cerraron definitivamente sus puertas. Y por lo menos 900 se incorporaron a la informalidad y el resto dejó la actividad comercial.
“Reconocemos que nosotros tuvimos una deserción del 8 por ciento en negocios que pasaron a la informalidad. Es decir, ya no cuentan con licencia de funcionamiento. De ese 8 por ciento que perdieron su registro formal, más de la mitad transitó al ambulantaje, otros cerraron definitivamente”, refirió.

El titular de la Canaco aseguró que el comercio informal registra, desde la pandemia, un crecimiento en distintos puntos de la ciudad. Y es que antes de la contingencia sanitaria por la COVID-19 uno de cada tres comerciantes eran informales. Cifra que equivalente al 30 por ciento y actualmente esa cifra va aumento. Aunque -dijo- desconocer el número.
Refirió que ante este panorama es necesario que los municipios impulsen una mejora regulatoria con trámites y costos accesibles para abrir y mantener un negocio. Acciones que permitan reducir el comercio informal.
Por último, Camacho Arredondo precisó que además del comercio informal en las calles. También deben considerar aquel que opera en “línea» o comercio digital y que en muchos casos el cliente desconoce a quién le compra. Ya que ofrecen productos sin garantías y sin condiciones de calidad.