Con calificativos como “represor” y “porro”, los dirigentes nacionales del PAN y del PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, se lanzaron contra el secretario de Gobierno capitalino, Martí Batres. A quien exigieron su renuncia por considerarlo responsable de la agresión que sufrieron alcaldes electos de oposición este lunes, a manos de supuestos granaderos de la Ciudad de México.
“Ya tuvo Batres su debut. Tendría que tener su despedida”, exclamó Cortés Mendoza, en conferencia de prensa organizada por la Unión de Alcaldías de la Ciudad de México (UNACDMX). Dicho evento agrupó a los alcaldes electos de oposición.
Asimismo, refrendó su exigencia de una disculpa pública ante la agresión y que renuncie Batres. A quien etiquetó como “el represor de la Ciudad de México”.
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Halconazo del 10 de junio de 1971
Zambrano Grijalva expuso que los hechos de ayer afuera de la sede del Congreso de la Ciudad de México. En los que presuntamente policías capitalinos golpearon y dieron toques eléctricos a los alcaldes electos, le recordó al halconazo del 10 de junio de 1971. Momento en que los granaderos capitalinos reprimieron a estudiantes. “Batres se quitó la máscara y actuó como lo que es: un porro”, expresó el perredista.
En la conferencia de prensa, los nueve alcaldes electos de oposición reafirmaron que sólo buscaban el diálogo con diputados. Y pretenden mostrar su desacuerdo con las leyes que pretendían reformar y que, a su juicio, van en detrimento de los 4.5 millones de ciudadanos.
“Enfrentan la derrota electoral con violencia y autoritarismo”, expuso Lía Limón, alcaldesa electa en Álvaro Obregón y una de las más afectadas por la agresión.
“Si pasan, nos los vamos a chingar”
Por su parte, Sandra Cuevas, alcaldesa electa de Cuauhtémoc y vocera en turno de la UNACDMX, narró que los policías les comentaron: “Si pasan, nos los vamos a chingar”, y expuso que la instrucción a los policías provino de la Jefatura de Gobierno.
Finalmente, Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo, señaló que el asunto se trató de un acto de “represión política”. Y acusó que: “El gobierno está más preocupado por bloquear a la oposición que por resolver los problemas de la ciudad”.