La Tierra no es el único planeta, ya que se han descubierto más de cuatro mil extrasolares; la ciencia nos ha mostrado que debemos ser humildes y no pensar que somos lo máximo, afirmó Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía y profesora de la Facultad de Ciencias.
Al dictar la conferencia inaugural de la 6ª. Feria Nacional de Ciencias PAUTA, “Los retos del nuevo mundo” -que concluye el 13 de septiembre-, señaló que los planetas nacen con la materia que sobra alrededor de las estrellas recién formadas.
La académica refirió que en la sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, se ubica el telescopio SAINT-EX (llamado así en honor del autor de El Principito: Saint-Exupéry), que desde México permite descubrir planetas extrasolares (que orbitan una estrella diferente al Sol).
“Está hecho para ver las estrellas más pequeñas, que viven mucho más que el Sol. Si hay planetas con agua, podría haber civilizaciones más avanzadas que la nuestra, y así podríamos descubrir vida inteligente fuera del Sistema Solar. Desde nuestro país es posible encontrar nuevos mundos, todos misteriosos, diferentes, extraordinarios y por explorar”.
La ganadora del premio Kalinga para la divulgación de la ciencia de la UNESCO, entre otros reconocimientos, dijo que en el espacio hay objetos que giran alrededor de otros.
La Luna se mueve en torno a la Tierra, y nuestro planeta lo hace con respecto al Sol, y éste en derredor de nuestra galaxia, que tiene 100 mil millones de estrellas, y todas giran. Gracias a ese movimiento, por ejemplo, Júpiter no cae en el Sol.
Julieta Fierro explicó que existen dos maneras para determinar cuánto viven las estrellas; una es conocer su materia, porque de ello depende el tiempo que pueden brillar, y la otra es ver cuántas nacen y mueren.
Eso hace la ciencia, propone una idea y la revisa de varias formas; eso le brinda certeza. No obstante, reconoció la universitaria, “estamos súper limitados; cometemos errores, sabemos que nos equivocamos y rectificamos”.
La astronomía se hace observando la luz: ondas de radio, infrarroja, luz visible, rayos X. Pero de repente descubrimos que también hay ondas gravitacionales. Ahora tenemos otra manera de explorar el Universo. “En ciencia siempre hay cosas nuevas, sorpresas, regalos que nos da la vida”.
La especialista participó en el encuentro organizado por el Programa Adopte un Talento (PAUTA) –que surgió en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM–, e incluye actividades y conferencias a distancia para la comunidad y el público en general, recorridos virtuales por museos, charlas para docentes sobre el reto de enseñar ciencias desde casa, equidad de género y formas de impulsar el interés de los menores en esas disciplinas.
Se presentan 323 proyectos con impacto social presentados por niños y adolescentes de Querétaro, Michoacán, Chiapas, Morelos y la Ciudad de México.
Ese es el caso de Sofía, de 7 años, originaria de la Ciudad de México, quien investiga cómo crear un globo comestible a partir de la cáscara del mango manila, a fin de evitar la muerte por asfixia de cientos de especies debido a que con frecuencia ingieren los convencionales al considerarlos alimento.
Y el de Vale, de Querétaro, quien cursa el quinto año de primaria. Ella planteó el abandono animal como proyecto de investigación.
Durante la inauguración, Alejandro Frank, fundador e integrante del Consejo Directivo del Programa, así como coordinador general del Centro de Ciencias de la Complejidad, expuso que la ciencia es una carrera llena de esfuerzos, de muchos retos e incertidumbres. “El camino es largo, el mérito se gana paso a paso, con mucha voluntad y pasión”.
¡Ya se pueden construir celdas solares tan flexibles y ligeras que pueden flotar sobre pompas de jabón! (Nature)
— Julieta Fierro Gossman (@FierroGossman) September 8, 2020
¡Apostemos a las energías renovables! El petróleo se puede emplear para fabricar productos fabulosos en lugar de quemarlo. pic.twitter.com/e3ut319yak
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