¿Qué tan bien comemos? Cuando la pandemia por COVID-19 en México empezó a complicarse, y cuando surgieron severos cuestionamientos hacia el subsecretario Hugo López-Gatell, el discurso oficial dio un giro muy interesante: ‘¿cómo no íbamos a tener problemas sí la mayoría de la población padece alguna enfermedad como obesidad o diabetes?’
El discurso ya iba sobre las compañías de alimentos, pues son ellas las que le hacen daño a la población con sus productos. Si bien esto puede sonar a excusa barata, lo que comenta el subsecretario tampoco es una mentira; está comprobado que el COVID-19 puede ser más peligroso para quienes padecen una enfermedad crónico degenerativa. En México, padecimientos como la diabetes, la hipertensión y la obesidad están a la orden del día.
¿Qué dice la ley?
En octubre de 2019, tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores aprobaron cambios a la Ley General de Salud. En dichos cambios se establece un nuevo etiquetado frontal para productos de comida chatarra (papas, refrescos, etc.), el cuál debe alertar de forma muy clara cuando un alimento contiene un exceso dañino de ingredientes (azúcar, sodio, grasas etc).
Estas advertencias deberán ser con forma de octágono, de color negro y con letras blancas, y de forma muy específica deben alertar sobre el exceso dañino. Los mismos cambios a la ley también establecen que la Secretaría de Salud será la encargada de determinar cuales son los límites permitidos de nutrientes en alimentos chatarra.
Ahora, si bien esta nueva ley ya se aprobó y se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el último detalle que faltaba para su entrada en vigor era el Reglamento de la Secretaría de Salud. Debido a esto, las nuevas medidas se han retrasado un año entero, pues está previsto que entren en vigor en octubre de 2020.
No obstante, en un inicio, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) solicitó al gobierno posponer aún más la entrada en vigor de las nuevas leyes, esto debido a la crisis económica causada por el COVID-19, y que implicaría inversiones inviables para las empresas productoras de alimentos:
“Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, Señora Secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, Señor Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, solicitamos atentamente que, ante la emergencia actual, de impacto económico y social aún desconocido, no se publique esta NOM 051 en estas circunstancias”, señalo la cámara en un comunicado de prensa.
¿Cómo nos venden lo malo?
Las grandes corporaciones de alimenos gastan millones de dólares en publicidad para sus productos cada año. De acuerdo con el portal Learn Bonds, Coca-Cola tuvo un gasto aproximado de 4 mil millones de dólares en 2019 para publicidad en todo el mundo. Esto no es únicamente para su refresco de cola, sino para toda su línea de bebidas azucaradas que tiene en distintos países.
Marcas como Coca-Cola, Sabritas, Pepsi, Bimbo y la que usted se imagine, utilizan su publicidad para asociar sus productos con emociones (felicidad, alegría, amor, confianza) y así pueden incitar a la gente que las consuma. Y funciona…
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es el segundo país de Latinoamerica con mayor consumo de dulces, helados, papitas, refrescos, entre otros productos. La mayoría de estos alimentos pertenecen a las grandes compañías que gastan millones en publicidad para generar ventas.
¿Qué tanto daño nos hacen?
Bebidas como los jugos de frutas envasados se nos venden como un producto de origen natural, no obstante, ninguno de ellos tiene los mismos nutrientes (necesarios para el cuerpo humano) que una fruta real. La mayoría son endulzados con saborizantes artificiales que pueden superar hasta un 33 por ciento de su contenido.
Por otra parte, de acuerdo con un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, el azúcar puede llegar a generar una adicción en seres humanos. Los alimentos azucarados favorecen la liberación de endorfinas, sustancias en el cerebro que generan placer y alivian el dolor; es por eso que llegamos a tener antojo de alimentos dulces o azucarados de vez en cuando.
No quiere decir que el azúcar sea mala, pero la OMS recomienda un consumo no mayor al 5 por ciento de los alimentos diarios, es decir, aproximadamente 25 gramos al día. Una lata de refresco contiene unos 39 gramos…
¿Qué se hace en Querétaro?
Durante la primera semana de agosto, el congreso de Oaxaca aprobó una ley que prohíbe la venta de comida chatarra a menores de edad en dicha demarcación.
Esta medida generó reacciones en diferentes partes del país; en Querétaro, la diputada local y presidenta de la Comisión de la Salud, Karina Careaga Pineda, calificó como ‘necesario’ discutir cualquier iniciativa que prohíba la venta directa de alimentos chatarra a menores.
No obstante, la legisladora acotó que no se deben pasar por alto las afectaciones que esto pueda traer a quienes se dedican a la venta de estos productos:
“La iniciativa está planteada en la prohibición y creo que no tenemos que olvidar la otra parte que nos corresponde a los tutores o padres de familia en los temas de educación y alimentación”.
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