¿Qué viene para la economía mexicana tras las elecciones?

México alista las urnas para las elecciones más grandes de su historia. En las que serán renovados miles de cargos de elección popular y que mantienen la economía expectante sobre una nueva composición de la Cámara de Diputados.

Desde hace unas semanas, el tipo de cambio en torno al peso oscila en un rango entre 19.75 unidades y 20 unidades por dólar. En parte debido a la cautela de los inversionistas. A la espera de los resultados de los comicios que determinarán gran parte del capital político de López Obrador en la segunda mitad de gestión.

Cabe recordar que actualmente, la cámara baja está controlada por el partido oficialista Morena. Compuesta por poco más de la mitad de los 500 escaños. Las encuestas proyectan que si bien podría perder dominio, lograría conservar su influencia con ayuda del Partido del Trabajo y el Partido Verde.

Pero la expectativa en cuanto a la economía mexicana prevalece en el mercado. A continuación, en InformativoQ presentamos algunos de los escenarios posibles y su impacto en el peso, de cara a las elecciones del próximo domingo.

Conservaría mayoría

El escenario más probable que prevén los analistas es que el partido gobernante requeriría de aliados para conservar más de la mitad de los asientos. Lo cual le seguiría permitiendo aprobar o rechazar algunos dictámenes como el presupuesto nacional.

En ese caso, el peso puede debilitarse hacia 20.35 unidades. En un declive de más de 2% en comparación con nivel actual, según las proyecciones del mercado. El cual teme que ante un menor predominio de su partido, López Obrador recurra a mecanismos como plebiscitos y consultas para impulsar sus propuestas.

“Hay un sesgo a que el peso pueda depreciarse ante una incertidumbre de lo que seguiría en la segunda mitad del mandato de López Obrador”, aseveró Gabriel Lozano, economista en jefe para México de JP Morgan.

Eleva su poder de decisión

En contraparte, solo uno de los analistas tiene como escenario base que las fuerzas políticas afines al presidente aumenten considerablemente su presencia legislativa. Y logren alcanzar dos terceras partes de las curules, lo cual es necesario para impulsar o revertir reformas constitucionales.

Rumbo a las elecciones, bajo ese contexto, el peso sufriría pérdidas de 5.5% frente a su nivel actual. De acuerdo con el consenso, oscilando en torno a 21 unidades, con la mirada puesta en las propuestas que pueda lanzar López Obrador.

“Si Morena gana una mayoría calificada, eso abriría la puerta a cambios constitucionales, como más intervención en el sector energético. Lo cual probablemente causará mucha preocupación entre los inversores”, afirmó Nikhil Sanghani, economista para América Latina de Capital Economics.

El presidente es un fuerte crítico de la profunda reforma energética realizada de 2013-2014, que acabó con el monopolio de la petrolera estatal Pemex. Además, aumentó la apertura del sector al capital privado y extranjero.

López Obrador, un nacionalista en materia energética, ha tomado pasos para fortalecer las débiles finanzas de Pemex, como inyecciones de capital y reducciones de impuestos. Además de promover cambios en las leyes de hidrocarbuos y de la industria eléctrica para favorecer al operador nacional. Y a la también estatal de electricidad, la CFE.

Pierde el dominio de la cámara

El escenario menos previsible entre los especialistas es que el partido gobernante y sus aliados pierdan la mayoría ante la oposición en las elecciones.

De ser así, la moneda avanzaría 2% rumbo a 19.50 unidades. Sin embargo, ese fortalecimiento sería transitorio si López Obrador comienza a tomar medidas radicales, Tal como sucedió luego de las elecciones de 2006, cuando desconoció el resultado que lo dio como perdedor los comicios por un puñado de votos.

“En un caso extremo, en el que le vaya muy mal a Morena y el presidente tome una actitud antidemocrática y no reconozca los resultados. Entonces sí hay riesgo de inestabilidad política e institucional y el tipo de cambio podría reaccionar. Pero eso lo veo muy poco probable”, dijo Marco Oviedo, analista de Barclays.

Y es que López Obrador tiene un historial de críticas a reguladores y organismos autónomos cuando no le favorecen. Incluso él y su partido han planteado eliminarlos o restarles influencia. Lo que opositores y expertos han calificado como un riesgo para el contrapeso de poderes.

Por otro lado, en la antesala de los comicios, el mandatario criticó a la autoridad electoral, argumentando que es omisa sobre supuestas irregularidades en elecciones estatales que no benefician a los candidatos de su partido.

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