Los privilegios de los vacunados crean debate sobre la desigualdad

El avance de la inmunización abre el debate sobre la desigualdad y los privilegios que gozará una parte de la población, mientras otros seguirán recluidos.

La vacunación en el mundo avanza favorablemente. Millones de dosis de una amplia variedad de vacunas son aplicadas a lo largo y ancho del globo. Mientras en algunos países, como es el caso de México, aún se vacuna a las personas de la tercera edad, otros avanzaron abismalmente. Naciones como Estados Unidos, Chile y Reino Unido se encuentran en una etapa en la que sus habitantes ven más cercana la puerta de salida de esta crisis.

Todas las personas desean recibir la vacuna para poder rehacer su vida sin preocuparse por la enfermedad. Sin embargo, se sabía de sobra que la inmunización llegaría primero a países desarrollados, y al final a los territorios más pobres del mundo. La desigualdad se observa a todos los niveles, y en una pandemia no iba a ser la excepción. Pero a pesar de saber que habría vacunados antes que otros, el debate sobre los privilegios que tendrán los inmunizados continúa rondando.

La vacunación permitirá a todas esas personas relajarse, viajar, caminar por la calle sin cubrebocas, olvidarse del problema de la COVID-19. Seguramente se verán a estadunidenses y europeos abarrotando las playas mexicanas o llenando los antros. Y será una buena señal, una muy alentadora en la que nos demos cuenta que la vacunación mundial es una realidad. Sin embargo, mientras unos se encontrarán volviendo a sus vidas, muchos otros deberán continuar recluidos en sus casas hasta que su turno llegue.

Ser prudente ante los privilegios

No deja de ser agridulce esa sensación. El escenario ideal habría sido que como todos nos recluimos juntos, de la misma manera salgamos. Pero la realidad no es así, la vacuna no avanza a la misma velocidad que el virus, es por ello que se prevé la inmunización global dentro de algunos años. La desigualdad persistirá, con pandemia o sin pandemia, pero si existe prudencia y empatía, tanto de los vacunados como de los que no, la pandemia será anecdótica más pronto que tarde.

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