El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, anunció este viernes 15 de enero la renuncia de su gobierno. El gobierno neerlandés estuvo envuelto en un escándalo financiero, luego de que miles de familias fueron acusadas erróneamente de fraude con las ayudas sociales. Debido estas graves acusaciones, las familias acusadas quedaron en la ruina.
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“El estado de derecho debe proteger a sus ciudadanos del todopoderoso gobierno, y aquí nuestra administración fracasó de forma estrepitosa”, declaró Rutte en rueda de prensa.
El funcionario de los Países Bajos agregó que había presentado la renuncia de su gabinete al rey Guillermo Alejandro.
Los hechos se dieron a solo dos meses de las elecciones legislativas y en pleno repunte de la crisis sanitaria en toda Europa.
Aproximadamente a 26 mil familias se les acusó erróneamente de fraude con las prestaciones sociales y obligadas a devolverlas. Lo que metió a muchas de estas familias en graves problemas financieros. Algunos de los hogares involucrados ya estaban en la mira de la administración de Mark Rutte por su origen étnico.
“Se ha criminalizado a personas inocentes, la administración que represento, ha destruido sus vidas”, lamentó Rutte.
Finalmente, una investigación parlamentaria que se publicó en diciembre, reveló que funcionarios de impuestos cortaron de manera abrupta a las prestaciones de miles de familias. Las cuales fueron erróneamente acusadas de fraude, entre 2013 y 2019, y les obligaron a devolverlas de forma retroactiva. Además, en algunos casos, las familias de Países Bajos se vieron obligados a regresar decenas de miles de euros.