El movimiento negativo en los mercados se modera, pero sigue siendo alto el riesgo de mayor ajuste.

La velocidad del descenso de los días previos puede dar lugar a rebotes en los índices, pero los indicadores siguen manteniendo la dirección principal a la baja. Asimismo, el riesgo para las tasas de interés en EE.UU. es que se reafirmen al alza.

El sentimiento negativo de los mercados internacionales fue el principal factor negativo que dio lugar a que el S&P/BMV IPC extendiera la magnitud del ajuste de corto plazo y se ubicara, aunque sólo temporalmente por debajo de los 53,000 puntos.

La extensión del ajuste en el IPC ya se veía factible dadas las condiciones de baja en los indicadores, además de que en los intentos de recuperación recientes ya no logró sostenerse por encima de los promedios de 50 y 200 días que ahora se ubican cerca de los 53,800 puntos.

Y ahora, si el IPC se sostiene por debajo de 53,200, corre el riesgo de bajar hasta 52,000 unidades antes de una buena recuperación.

En términos de la tendencia de mediano plazo, lo probable es que sólo sea una extensión de la pausa que inició en el segundo trimestre del año pasado para después retomar la tendencia positiva.

Para la operación de corto plazo, no obstante, lo significativo es que el movimiento que prevalece es negativo y aún no se ven condiciones para una recuperación sostenida.

Estados Unidos

La trayectoria de las tasas americanas, además, ha sido otro factor negativo para los índices de EE.UU. junto con la preocupación por la economía China, por lo que el ajuste se aceleró y llevó a los índices a absorber casi el 50% del avance de abril a julio.

La parte positiva del ajuste es que los indicadores diarios ya se ubican cerca de la zona de sobreventa que en los primeros meses del año y en conjunto con la cercanía de las zonas de demanda pueden ser el freno del descenso y dar lugar a una recuperación, por lo menos temporal en los índices. En el caso del S&P500 la baja del viernes lo llevó cerca de 4,330 que es una referencia de piso previa a la zona de consolidación de abril y que puede dar lugar a un rebote por lo menos a 4,450 puntos, al mismo tiempo que el Nasdaq 100 llegó a la zona de demanda cerca de 14,500 y podría repuntar a 15,000.

De darse este escenario, no obstante, habrá que ver si es suficiente para marcar una vuelta de los indicadores pues mientras estos no se den la vuelta, y mantengan la dirección negativa, el rebote sería sólo un descanso para luego retomar el descenso principal.

 

Spot

La reacción del USDMXN a la presión casi generalizada en divisas sigue siendo moderada.

 

Pero lo importante en términos de la tendencia de corto plazo es que se sostiene por encima de la referencia en 17 pesos por dólar, y mientras no rompa a la baja, en el mejor de los casos consolidaría ahora con techo en 17.40.

Los indicadores muestran una clara dirección al alza, y después de todos los excesos acumulados en los meses previos con la apreciación.

 

Ahora el riesgo más alto es de una subida significativa.

Dólar, Euro, Otras Divisas

Para el dólar estadounidense el movimiento de las tasas ha dado lugar a una recuperación.

 

Se ha presentado con incrementos diarios poco significativos, de cualquier manera, ha afectado a la mayoría de las monedas.

 

Sobretodo de economías desarrolladas.

Para las de emergentes, como el peso mexicano, la depreciación ha sido acotada.

Aunque de cualquier manera las mantiene por encima de los mínimos de cotización del año.

 

Tasas México

En el caso de las tasas en México la presión ha sido importante sobretodo en los últimos días pues la mayoría de los nodos de la curva mostraron avances de 20 puntos base contra el viernes previo.

 

Lo más importante es que superaron resistencias técnicas clave y se dirigen a las zonas de máximos del primer trimestre.

 

Si bien a diferencia de las de Estados Unidos aquí no está en riesgo que se confirme el alza de largo plazo.

 

La trayectoria al alza es la misma y mientras allá no haya un claro freno y retroceso, se ve poco probable que las tasas locales muestren bajas.

 

Treasury EUA

 

Las tasas de interés en Estados Unidos se ha mantenido presionada en la mayoría de los nodos de la curva.

 

Las cuáles provocan que las de más largo plazo hayan llegado a los máximos de octubre de 2022.

 

Fueron también los niveles récord alcanzados en 15 años de operación.

Por ahora han respetado esos máximos y al final de la semana que termina mostraron un descenso.

 

 

Fue poco significativo y al final se quedaron por encima del cierre máximo previo, que para la tasa de 10 años se ubica en 4.23%.

 

Técnicamente, mientras no logre ubicarse por debajo de ese nivel, seguirá latente el riesgo de extender el alza y si finalmente supera al máximo intradía en 4.33% el siguiente nivel de techo estaría entre 4.5% y 4.7%.

 

 

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