¿Qué son los sueños Mamá?
Hija los sueños sin todos los éxitos que te esperan por alcanzar.
La mujer desde que se sabe ser mujer, se da cuenta que tiene todo en sus manos para poder realizar objetivos, “LA MISIÓN” es ser simplemente mujer ejemplo, de un mundo que puede cambiar para ser mejor.
Está íntimamente vinculada a los sueños, su forma de pensar, sus intereses, personalidad y valores.
Es ese llamado interno que tenemos desde muy pequeños para llegar a nuestra plenitud.
LA MISIÓN
La misión se encuentra cuando recuerdas a lo que jugabas cuando eras pequeña, aquello que haces tan fácil que te cuesta trabajo pensar que esa es tu misión.
La misión es diferente al propósito.
El propósito viene del latín “propositum”, qué es la intención de hacer algo.
La palabra misión viene del latín “missio” entendiéndose como la acción de ser enviado.
Es una habilidad Hinata, si ponemos atención a nuestras habilidades y nuestros juegos y también buscar en qué momentos de mi vida estuve plenitud.
El sentirte útil es una necesidad para desarrollarnos desde niños, cuando nos sentimos útiles, nos sentimos que valemos, pero la misión va más allá de eso; La misión es espiritual, es algo que tenemos tatuado en el alma, tiene que ver lo que vinimos a dejar en este mundo.
Por desgracia las escuelas y las familias no hacen caso de esto y te meten ideas y sueños que no son tuyos, poco a poco te vas perdiendo de esa “misión”.
En un tiempo tu alma te reclama, hasta que después de un tiempo se cansa y te pierdes por completo de ese “encargo”. De ahí radican muchos de los casos de depresión.
Nos hemos perdido de nosotros mismos, con sueños que no son nuestros o simplemente no nos corresponden, anhelos de otras personas, cumpliendo roles que no queríamos.
Si todas las personas encontramos nuestra misión, no habría depresiones y estuviéramos regalándole al mundo, estaríamos plenos, luminosos, llenos de ese algo que viene más allá de lo físico y que nos hace vibrar.
Pero para llegar a entenderlo tendríamos desde muy temprana edad haber sido impregnados por una actitud de gran autoestima y confianza ( no todos hoy la podemos tenerlo) y de allí comienza todo para poder entender la misión que tenemos en nuestra vida.
Es momento de regresar al principio, superarnos a nosotros mismos con corazón y amor, de darnos unos minutos al día para entrar en nosotros y descubrir qué es aquello que nos da paz, ¿Cuál es esa habilidad única que tengo y es así como iniciará el encuentro interno con tu misión?.
MANOS A LA OBRA
Es momento de ir más allá de nuestros pensamientos y dolores, más allá de nuestros miedos. Vamos a nuestro centro.
Recuerda tu origen y piensa que todo fue obra de Dios, pues con el saliste adelante siempre.
El centro, es ese espacio, silencioso, ese lugar dentro de nosotros, donde todo está bien, no importa lo que haya pasado.
Tu fuerza siempre fuiste tu, tu amor dio origen a lo mas bello que tienes y eso eres tu en ru mejor versión.
Es el lugar de donde emergen las grandes ideas, y el estado ideal donde permanecer, pase lo que pase.
Cuando permanecemos en este centro, podemos observar nuestro cuerpo físico, como una creación nuestra, pero observamos que somos algo mucho más grande que este cuerpo material. Todos somos almas. Cada alma que está en la vida tiene un para qué, una razón de existir.
Es importante que elimines tus creencias limitantes como:
No ganaré lo suficiente.
Me conformo con lo que tengo.
No tengo suficiente dinero para dedicarme a eso.
Tu único límite eres tú, debes recordar que tus pensamientos crean tu realidad.
Recuerda que es importante tener paciencia en esta búsqueda.
Sal de tu zona de confort cada vez que puedas, con frecuencia profundiza en tu interior y, sin mentirte, escribe que es lo que te apasiona.