Si te encuentras con que tu queso tiene hongos, lo más importante es tomar medidas inmediatas para prevenir la propagación de los hongos y garantizar la seguridad alimentaria. Aquí te presento los pasos que debes seguir:
Descarta cualquier porción del queso que tenga hongos: Si el queso tiene una pequeña cantidad de hongos, puedes cortar la porción afectada y consumir el resto. Sin embargo, si el hongo ha crecido en varias porciones, es mejor descartar todo el queso para evitar el riesgo de contaminación.
Lava el área afectada: Después de haber descartado la porción afectada del queso, lava bien la zona donde estaba el queso con agua caliente y jabón. Esto ayudará a eliminar cualquier posible espora de hongo y prevenir la propagación de la contaminación.
Revisa otros alimentos: Si el queso estaba almacenado junto a otros alimentos, revisa si hay signos de contaminación por hongos en los otros productos. Descarta cualquier alimento que esté contaminado.
Evita la exposición al aire: Una vez que hayas retirado la porción afectada del queso, cúbrelo con papel film o envasa al vacío para evitar que los hongos sigan creciendo.
Es importante recordar que algunos tipos de queso pueden tener moho en su superficie de forma natural, como el queso azul o el brie. Sin embargo, si el queso tiene hongos en lugares donde no deberían estar o si el hongo es de un color o textura extraños, es mejor descartarlo y no correr riesgos.