El domingo, «Pinocho» de Guillermo del Toro ganó el Premio de la Academia a la Mejor Película Animada. Así, el director mexicano recibió la tercera estatuilla en su carrera.
Por L.A. Corresponsal de música y espectáculos de InformativoQNews
Lo hizo con lo que él llama una de sus creaciones más personales. Basada en clásicos literarios traídos a Italia durante la época nazi, le permite ahondar en algunos de los temas que aborda en sus películas, como la relación entre sus padres y sus hijos.
Habiéndose hecho un nombre en Hollywood como maestro de los monstruos, el director se ha establecido con la marioneta de madera más famosa del cine.
El viaje de Del Toro (Guadalajara, México, 58) es un regreso a sus raíces. La película, que codirigió con Mark Gustafson, fue rodada en stop-motion, lo que permitió imitar los movimientos de los personajes mediante animación stop-motion.
Esta es también la técnica con la que el director experimentó en sus primeros cortometrajes. De hecho, pensó en hacer su primer largometraje de esta manera, con figuras humanas hechas de arcilla y plastilina. Pero alguien vació el estudio de animación a la basura y destruyó los muñecos que él y su compañero hicieron mientras ambos miraban a Viridiana. “La animación stop-motion está viva y bien hoy”, dice Gustafson, agradeciendo a Del Toro por iniciar el proyecto, así como “su problema con la bebida”, bromeó.