En México es bastante común que ante un dolor de rodilla, espalda o cintura, se ingiera un analgésico o antiinflamatorio sin prescripción al ser de venta libre, en lugar de acudir con un médico para identificar el origen y tratarlo de forma correcta.
James Gómez Montes, especialista en Epidemiología y Salud Pública, enfatizó que es importante saber que todos los medicamentos se metabolizan en el hígado, por lo que consumir cualquiera por un tiempo muy prolongado puede causar diversas consecuencias como una insuficiencia hepática.
A su vez, dijo, aquellas personas que por cualquier padecimiento deben tomar varios medicamentos, eso les provocará una irritación de la mucosa gástrica, y es por ello que muchos pacientes con enfermedades crónicas deben también tomar algo para evitar la gastritis.
Consumo responsable
Refirió que en el caso de los analgésicos y antiinflamatorios no es posible caer en adicción, en caso de consumirlos por largo tiempo; sin embargo, existen medicamentos controlados que sí pudieran generarlo, como el clonazepam, recomendado generalmente para dormir mejor.
En el caso del paracetamol, indicó que es un analgésico efectivo que tiene muy pocos efectos colaterales, pero no es posible recetarlo para cualquier tipo de dolor o padecimiento porque el origen no es el mismo, por ejemplo, un dolor de espalda puede ser por una contractura muscular, así que para eso no ayudaría mucho el paracetamol.
En el caso de los analgésicos, mencionó que, si bien el cuerpo no genera resistencia a sus efectos, no ayudan en dolores muy fuertes. En el caso de pacientes con cáncer en etapa terminal, que desarrollan dolores intensos, el paracetamol no les ayudará en nada, pues se requiere de medicamentos más potentes.
Enfatizó que ante cualquier síntoma que presentemos debemos acudir con el médico de cabecera para identificar el origen y tratarlo de forma correcta. La automedicación puede agravar el problema y generar más consecuencias en la salud, sobre todo de antibióticos o medicamentos controlados.
Gómez Montes puntualizó que solo los médicos pueden recetar un medicamento con conocimiento de causa, según el padecimiento, estado de salud del paciente, peso corporal y otros factores, considerando que las medicinas no actúan de la misma forma en todos los organismos.