El periodismo no es unilateral, hace falta siempre el lado más sensible de una periodista que tiene las palabras correctas desde su alma, la necesidad de tener más y más mujeres en el periodismo mexicano en redacción es evidente, tal vez así el periodismo pudiera adquirir las autenticidad.
Redacción “Especiales”
La ganadora del Breach/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos de este año cuenta a Noticias ONU cómo se dio cuenta de que en México la tentativa de feminicidio es un delito que cae en un vacío legal y señala la necesidad de que el periodismo tenga una perspectiva de género.
Gloria Piña es periodista en la Ciudad de México. Actualmente es reportera de la revista MX y ha colaborado en diversos medios de comunicación, especializándose en perspectiva de género y corrupción.
Hoy es una profesional de la comunicación orgullosa ganadora del Premio Breach/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos, convocado por distintas agencias de la ONU y otras entidades enfocadas en reconocer el trabajo periodístico en México.
El galardón reconoce la labor de las personas cuyos trabajos tengan un enfoque en la protección, la defensa, la promoción y la divulgación de los derechos humanos.
Piña es la ganadora del último certamen con el reportaje “Las sobrevivientes olvidadas por la justicia”.
El reportaje, que se publicó el 21 de mayo del 2021 en diversos medios mexicanos, surgió a partir de la pregunta ¿Qué viven las supervivientes de un feminicidio?
Gloria Piña cuenta a Noticias ONU que su investigación empezó entrevistando a diversas abogadas feministas sobre el proceso que pasan las mujeres cuando presentan una denuncia ante las Fiscalías o Ministerios Públicos.
Según la periodista, desafortunadamente existen bastantes estadísticas y reportes una vez que se perpetra un feminicidio, pero se sabe poco de lo que pasa en el entorno de una sobreviviente.
“Iniciamos la investigación entrevistando abogadas feministas sobre lo que pasaba respecto al delito de tentativa de feminicidio, No se sabe lo que es el intento de feminicidio, y nos dimos cuenta de que hay un vacío legal y mucha falta de perspectiva de género para tratar esto”, dijo.
Tras las investigaciones, la documentación recopilada y los casos concretos, pudo constatar el vacío legal existente en la impartición de justicia y empezó a partir de ahí a redactar su informe, que empieza así
“A pesar de recibir 37 puñaladas en todo su cuerpo, Jeysol venció a la muerte. Es una sobreviviente de feminicidio, pero la justicia mexicana no la protegió. Una mala actuación de las autoridades al clasificar como lesiones un hecho de violencia extrema que debió ser tentativa de feminicidio, causó que pasara un calvario entre hospitales y audiencias durante seis años, sin obtener justicia ni tranquilidad todavía. Su agresor sigue libre”.
La colección de informes que recolectó Piña para su artículo arrojó una falta de perspectiva de género en las dependencias encargadas de administrar justicia, además de reflejar la vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres que deciden denunciar un intento de asesinato por parte de sus parejas.
Según los datos de los que dispuso, en los últimos ocho años, las fiscalías de todo el país abrieron 595 investigaciones diarias en promedio por golpes, quemaduras, estrangulamientos, lesiones con armas blancas o de fuego contra mujeres. En total, más de 1,7 millones denuncias. Sin embargo, en el mismo lapso sólo se abrieron 781 diligencias de investigación por feminicidio en grado de tentativa.
¿Cómo es ser periodista mujer en México?
Esta investigación representa solo una pequeña parte de todo lo que periodista Gloria Piña ha investigado y escrito en relación con la violencia de género, los feminicidios y los derechos de las mujeres, Por ello, decidió emprender un trabajo arduo y difícil de lograr: hacer periodismo feminista en México.
Piña decidió que su trabajo periodístico se enfocaría en su totalidad en el feminismo y en la defensa de los derechos de las mujeres. Empezando por el trabajo que estas desempeñan en las redacciones, en dónde sufren constantemente violencia de género.
“Hay una situación de vulnerabilidad o afectación personal porque las mujeres tenemos violencia de género en las redacciones. Esta se puede presentar de distintas maneras: como descalificaciones, que no tomen en cuenta a las mujeres en la toma de decisiones o en puestos directivos; que también como mujeres seamos mucho más cuestionadas que un compañero hombre; situaciones de acoso entre los jefes, compañeros; o incluso en las mismas fuentes. Es una cosa que te impide relacionarte y desarrollarte profesionalmente”, comentó.
Cuando Piña comenzó con su labor periodística en 2016, siendo becaria en el área de investigación en un periódico nacional, es dónde encontró la vocación de escribir sobre feminismo, pues, al ver el trabajo de sus colegas, tuvo claro que se podía realizar una cobertura diferente, y con mayor perspectiva de género.
“Ha sido una lucha entre varias colegas para impulsar estos temas, porque desafortunadamente es una agenda que ha sido olvidada. Hablar de problemas y situaciones de violencia estaba muy normalizado, y creo que realmente la vergüenza nos hizo callar mucho tiempo. El periodismo lo que hace, es que se hable, y fomenta a que no sigan ocurriendo este tipo de prácticas, y que las mujeres tengan espacios para desarrollarse en todos los ámbitos”, agregó.
El Premio Breach/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos
Este Premio tiene como objetivo contribuir a la lucha contra la impunidad que ha hecho que asesinatos como los de la periodista Miroslava Breach, el 23 de marzo de 2017; y Javier Valdez, el 15 de mayo del mismo año, quienes dan nombre al premio, sigan sin ser resueltos. Con ello, se busca resaltar que la labor periodística es fundamental para la construcción de sociedades equitativas y en paz.
Como remuneración, Gloria Piña tendrá un viaje a Europa para sostener diversos encuentros y compartir experiencias con representantes de órganos de prensa, organizaciones internacionales, e instituciones de defensa de periodistas y derechos humanos. Además, dispone de una beca doble en la Universidad Iberoamericana, con una duración de hasta un año que contempla la Beca especial del Programa Prensa y Democracia (PRENDE) y la Beca Ibero Periodismo, para llevar a cabo un proyecto de investigación periodística propuesto respectivamente por cada ganadora.