Redacción.
La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro se suma al Día Nacional del Glaucoma, que se conmemora el primer sábado del mes de junio, fecha decretada por el Congreso de la Unión en 2019, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la necesidad de tomar medias para prevenir este padecimiento visual.
El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo y es una de las principales causas de ceguera en las personas mayores de 60 años, aunque esta puede producirse en cualquier etapa de la vida. Se estima que un 90 por ciento de la ceguera que provoca la referida enfermedad podría evitarse mediante la detección y tratamiento oportunos.
Dado que las formas crónicas de glaucoma pueden destruir la visión antes de que los signos y los síntomas sean aparentes, existen los siguientes factores de riesgo:
1. Presión intraocular alta.
2. Edad mayor a 60 años.
3. Antecedentes familiares de glaucoma.
4. Padecer diabetes, enfermedad cardíaca, hipertensión.
5. Miopía o hipermetropía extremas.
6. Antecedente de traumas oculares.
7. Consumo de corticoesteroides, especialmente gotas oftálmicas, durante un largo tiempo.
Existen cuatro tipos principales de glaucoma: De ángulo abierto, de ángulo cerrado, también llamado glaucoma de cierre angular, congénito y secundario.
En la mayoría de los tipos de glaucoma, el sistema de drenaje del ojo se tapa y el fluido intraocular no puede drenar, lo que causa un aumento de presión en el interior del ojo que daña al nervio óptico, y por consiguiente, lleva a la pérdida de visión.
El glaucoma de ángulo abierto es el tipo más común, no se conoce la causa que lo origina; se presenta aumento de la presión ocular de forma lenta y por lo general no hay síntomas. El incremento en la presión empuja sobre el nervio óptico, por lo que el daño causa puntos de ceguera en la visión. El riesgo es mayor si se tiene un padre o abuelo con este tipo de glaucoma.
Es fundamental que todas las personas se sometan a una revisión rutinaria que incluya la medición de la presión intraocular (PIO) a partir de los 40 años, con una periodicidad de dos a cuatro años.
Las mayores de 60 deberán hacerlo cada uno o dos años. Sin embargo, aquellas personas en situación de riesgo deberán someterse a esta revisión de forma anual y a partir de los 35 años de edad.