Ante las medidas restrictivas originadas por la COVID-19 las cantinas tradicionales de Querétaro, pulquerías y bares enfrentan una deuda por 40 millones de pesos. Además, tres comercios cerraron, 12 negocios están en la “cuerda floja” y existe una considerable pérdida de fuentes de empleo.
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El presidente de esta Asociación, Daniel Pérez Murillo, refirió que estos espacios, por la pandemia permanecieron cerrados por casi un año. Ante esta situación el recorte de personal llegó hasta el 90 por ciento de los 3 mil trabajadores. De los cuales, ya han recuperado el 60 por ciento de las fuentes de empleo.
“Nosotros lo estamos tomando con todas las precauciones como lo hemos tomado siempre, con todos los protocolos de salud. Ya vimos nosotros que no somos la fuente de los contagios. Nosotros mantenemos siempre todos los protocolos los lugares sanitizados, el tapete, gel. Así como todas las medidas que nos han pedido”, refirió.

Aforo limitado
Refirió que esta Asociación Integra 44 empresarios queretanos y el regresar a un Escenario B por el incremento en los contagios de COVID-19 representaría más endeudamiento y posponer aún más los pagos. Mismos que se habían planificado que la mayoría podrían ser liquidados a finales del año, con un Escenario A.
El presidente de la Asociación de cantinas tradicionales de Querétaro, pulquerías y bares detalló que estos espacios operan con un aforo del 50 por ciento de su capacidad. Y el horario restringido les permiten estar abiertos hasta las 12 de la noche. Aseguró también que los recintos son espacios en los que se cumplen las medidas sanitarias. Además, sentenció que no son lugares con aglomeración, pues hay negocios con capacidad máxima de 12 personas.