La Copa América registra más de 50 contagios de COVID-19. Tras la polémica decisión de albergar la justa continental, el Ministerio de Salud de Brasil anunció a última hora del lunes que había detectado 41 casos del nuevo coronavirus. Entre jugadores, miembros de las delegaciones y personal que trabaja directamente con la organización.
Hace unos momentos, durante su informe diario, las autoridades brasileñas anunciaron que la cifra de contagios había aumentado a 52. De los cuales 33 son futbolistas y 19 son parte del personal del torneo.
Las selecciones que han registrado contagios de COVID-19 son las delegaciones de Venezuela, Colombia, Bolivia y Perú. Los casos fueron confirmados en las ciudades de Brasilia y Río de Janeiro. Por su parte, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), no ha mostrado su postura sobre de los contagios. Tampoco han señalado si el torneo podía cancelarse en caso de que el problema aumente.
De igual manera, las autoridades brasileñas dieron detalles sobre los nuevos casos confirmados. Cabe mencionar que el sábado 13 de junio, miembros de la delegación de Venezuela, entre ellos ocho jugadores, dieron positivo en la primera prueba clínica obligatoria a la que fueron sometidos al llegar a Brasil.
Los infectados fueron aislados en cuartos individuales en un hotel en Brasilia bajo el control médico de las autoridades sanitarias. El domingo, la Vinotinto jugó el partido inaugural contra Brasil con la ausencia de varios de sus mejores futbolistas. Entre los ausentes estuvieron el capitán Tomás Rincón y el delantero Josef Martínez. Lo que les costó una dolorosa derrota por 3-0.
Vacunación a jugadores ¿la solución?
Los organizadores de la Copa América, buscaban blindar a los futbolistas con una campaña de vacunación gracias a un acuerdo con la farmacéutica china Sinovac. Sin embargo, la inmunización dependía de que las selecciones confirmaran a sus jugadores para el certamen. Lo cual ocurrió días antes del partido inaugural.
Por su parte, la selección de Colombia se vacunó el pasado 10 de junio antes de viajar a Brasil. Pese a los esfuerzos de la Conmebol, la vacunación no era obligatoria.
“Si se exigiera la vacunación en este momento, no tendrían inmunidad de aquí al inicio de la competición”, señaló días antes de la inauguración, Marcelo Queiroga, ministro brasileño de Salud.