De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Movilidad Querétaro (OCMQ), los varones destinan por semana 55% de sus desplazamientos a viajes de trabajo, mientras las mujeres 33%. Sin embargo, los hombres realizan un 13% de viajes de cuidado, en tanto las mujeres triplican la cifra, con más de 35%.
Ante esta situación el OCMQ considera que a pesar de estas cifras la movilidad con perspectiva de género está ausente de las propuestas de las y los candidatos a diversos puestos de elección popular.
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“Luego de más de tres semanas de campaña, comprobamos con asombro y desencanto que ningún candidato o candidata piensa con perspectiva de género. A contracorriente de la inmensa lucha que las mujeres han dado en los años recientes por tener una sociedad más igualitaria. El llamado colectivo más importante de los tiempos actuales, la movilidad con perspectiva de género está ausente de las propuestas de las y los candidatos. De todos, sin importar el puesto de elección popular”, considera el Observatorio Ciudadano de Movilidad.
Desplazamientos distintos
El OCMQ afirma que hombres y mujeres tienen desplazamientos distintos. El hombre por lo general va en un automóvil con viajes casa-trabajo-casa, o casa-actividad-casa. Desplazamientos llamados pendulares. Mientras la mujer hace más desplazamientos cortos en tiempo y distancia. Generalmente, de casa a la escuela, de la escuela al trabajo. Del trabajo vuelve a la escuela por los hijos, de ahí a comprar suministros. Y más tarde, acompañamiento de actividades extraescolares y médicas.
De la misma forma la mujer realiza la llamada “movilidad del cuidado”: Viajes de apoyo a familiares. Sin ignorar el emergente fenómeno de las mujeres buscando un ingreso adicional. Y que hacen entregas de bienes y artículos en diversos puntos de la ciudad.
Es por ello que el Observatorio Ciudadano de Movilidad urgió a las y los candidatos a hablar de la redistribución equitativa del espacio público. Además de ampliar las banquetas para facilitar las labores de cuidado. Y eliminar los mal llamados “puentes peatonales” y suplirlos por cruces seguros a nivel de calle. Construir ciclovías segregadas y en su entorno, calles con autos circulando a 30 km/h como límite máximo de velocidad para incrementar la seguridad. Así como paradas de autobús iluminadas y protegidas de las intemperies, ubicadas en sitios con buen flujo peatonal para eliminar la sensación de inseguridad.