Por Abel Luna
Las principales fortunas del mundo tardaron apenas nueve meses en recuperarse de la crisis por la contingencia sanitaria. Un dato que en América Latina es aún más espectacular. Ya que aquí, los multimillonarios necesitaron apenas seis semanas para recobrar plenamente su salud financiera.
Elena Gentili, directora de la delegación de Oxfam en Cuba, mencionó un informe que esta organización humanitaria difundió a finales del pasado mes de enero. Con el título, ‘El virus de la desigualdad’.
Gentili señaló que la desigualdad ya era “un problema profundo” desde hacía muchos años antes de la pandemia. Lo cual se manifestaba a través de “crecientes brechas entre los ricos y los pobres”.
Como ejemplo, destacó que, en 2018, el 10 % más rico de la población de América Latina acumulaba el 68 % de la riqueza de la región.
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La representante de Oxfam en Cuba recordó que, “hay quien ganó dinero a partir de esta pandemia. Por ejemplo, todo el sector digital y en especial el de las compras digitales”. Estas actividades han incrementaron las fortunas de las principales empresas.
En consecuencia, “esto ha disminuido la posibilidad de distribuir esta riqueza entre las poblaciones”, señaló Gentili. Además, mencionó que ve en ello “una señal de la debilidad de este sistema”.
“No se puede privilegiar a las farmacéuticas frente a la necesidad de la población de vacunarse contra el nuevo coronavirus”.
La entrevistada también se refirió a los grandes beneficios obtenidos por las empresas farmacéuticas a través de la producción de las vacunas contra la COVID-19.
“Esto es algo importante que estamos denunciando y que hay que valorar”, advierte, y considera esencial que: “Los Gobiernos puedan actuar cuanto antes para garantizar el acceso a la vacuna”.

Economía equitativa para recomponer el mundo
El documento de los investigadores de Oxfam afirma que: “La pandemia tiene el potencial de agravar la desigualdad en prácticamente todos los países del mundo al mismo tiempo”. Lo cual aparece definido como “una situación sin precedentes desde que existen registros”.
Ante esto, el trabajo de Oxfam propone algunas claves para “recomponer un mundo devastado por el coronavirus a través de una economía equitativa, justa y sostenible”.
“Las mujeres afrodescendientes y las poblaciones tradicionales indígenas son los sectores de población más afectados.
“La llegada de esta pandemia nos mostró la gravedad de la situación. Hizo más visible la desigualdad en el mundo y reveló hasta qué punto el problema es estructural”, explicó la representante de Oxfam.
También denunció que el sistema de distribución global de la riqueza está demostrando ser “no solamente injusto, inmoral y falto de ética”. También contraproducente para todos, en la medida en que es, “la causa de una crisis climática y de un impacto negativo en el medio ambiente”.
Esta situación “nos ha enseñado que los sectores más vulnerables a nivel mundial, tanto en los países ricos como en los países pobres, son siempre los mismos”, denunció.
Más en concreto, que “las mujeres son las personas que más reducidas han visto sus posibilidades de salir adelante” desde que se declaró la emergencia sanitaria.
Lo que explica este alto grado de vulnerabilidad, según Gentili, es que estos perfiles suelen estar empleados con mayor frecuencia en los llamados “sectores informales”. Es decir, en trabajos con poca o nula protección en materia de derechos laborales y con condiciones generalmente precarias. “Estos sectores son los más golpeados por la crisis”, insiste la entrevistada.