Las vacunas contra COVID-19 pueden tener efectos secundarios, pero estos son los esperados y no son peligrosos. De acuerdo con expertos de salud, después de que se suministra una vacuna, se pueden esperar efectos secundarios regulares. Uno de los efectos secundarios más frecuentes, son los dolores musculares.
Sin embargo, al igual que con otros tipos de vacunas, las diseñadas contra el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19. Se someten a múltiples ensayos y pruebas con miles de voluntarios. Esto, con el fin de asegurar que las dosis son seguras, antes de recibir la aprobación de las autoridades correspondientes.
Entre las personas que han recibido ambas dosis de las vacunas autorizadas hasta el momento para el uso emergente, desarrollaron algunos efectos secundarios leves. Según testimonios de médicos vacunados en México, quienes reciben la vacuna contra COVID-19 pueden experimentar fiebre y dolor de cabeza. Hasta el momento, uno de los efectos secundarios más recurrentes, es un dolor intenso, pero soportable, en la zona de aplicación. Sin embargo, también aclaran que estos efectos secundarios, desaparecen rápidamente.
Muertes luego de recibir la vacuna
En Noruega, se priorizó la vacunación al personal que atiende residencias de ayuda para ancianos. Ellos recibieron la inmunización contra COVID-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech, según reportes, fallecieron 33 personas, entre los 42 mil que recibieron la vacuna. Dato que representa a menos del 1% de la población vacunada.
Entre las personas que perdieron la vida después de recibir la vacuna, todas superaban los 75 años de edad. Algunos de ellos sufrían enfermedades terminales, que solo contaban con unas semanas o meses más de vida, a partir de ser inmunizados.
Por lo tanto, las autoridades de Noruega, informaron que no existe evidencia de un vínculo directo entre las 33 muertes, con la aplicación de la vacuna.