REDACCIÓN
La ciudad de Nueva York inauguró este miércoles la época navideña con uno de los eventos más memorables e icónicos para esta localidad.
El tradicional encendido de luces del gigantesco árbol del Rockefeller Center, aunque esta navidad, debido a la pandemia, la ceremonia solo la pudieron ver en vivo un reducido grupo de personas. Los miles de neoyorkinos que gustan de este evento, tuvieron que seguirlo por televisión o redes sociales.
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El elegido para este año, fue un abeto canadiense de casi 23 metros de alto y 11 toneladas de peso, su viaje hasta la Gran Manzana fue largo desde la localidad de Oneonta, a más de 270 km y se iluminó con más de 50,000 luces LED con gran variedad de colores.
No podía faltar en la cima del árbol, una enorme estrella, diseñada por el arquitecto Daniel Libeskind. Este enorme adorno está formado por casi tres millones de cristales Swarovski, lo que eleva su peso a casi 400 kg.
La música también fue parte del evento
Varios artistas se unieron a esta celebración, entre los participantes destacan la cantante Dolly Parton, que interpretó la canción «Mary Did You Know«, que forma parte de su nuevo álbum navideño; la banda The Goo Goo Dolls, que cantó el villancico «Let it Snow»; Tory Kelly con «Slay Ride»; el grupo de canto a capella Pentatonix, con «Amazing Grace»; Gwen Stefani, con «You Make it Feel Like Christmas», y como colofón una actuación de las famosas Rockettes del Radio City Music Hall.
Datos curiosos sobre esta tradición
El primer árbol navideño que se instaló en este lugar fue colocado en 1931 por trabajadores que participaron en la construcción del Centro Rockefeller.
La primera ceremonia formal del encendido de lunes se llevó a cabo en 1933 y la tradición se ha mantenido hasta la fecha.
En 1942 se colocaron tres árboles navideños, adornados con esferas rojas, blancas y azules, para mostrar apoyo a las tropas que combatían en la II Guerra Mundial.
El árbol más alto que se haya colocado hasta ahora, fue el de 1999, con 30.5 metros de alto, que viajó desde la localidad de Killingworth, en el estado de Connecticut.