De las nociones de los derechos

por Redacción InformativoQ Noticias

Bitácora Ciudadana

Por: Ulises Lara

De las nociones de los derechos. Siempre viví en casa unifamiliar, incluso en mis primeros años de casado. Después conseguí un crédito y adquirí un departamento construido por INFONAVIT en el entonces Distrito Federal a una pareja de jubilidados de una empresa que habían sido beneficiarios a principios de los años 80. Mis hijos eran pequeños y el antiguo propietario me señaló que contaba con dos lugares de estacionamiento, asignados desde el inicio de la unidad al departamento que ahora habitaría. Entusiasmado, ya que teníamos autos que descansaban un día por el Programa “hoy no circula”, nos dispusimos a ocuparlos para los autos de mi esposa y el mío.

No había transcurrido una semana cuando encontré en mi lugar otro vehículo, propiedad de un vecino de mi edificio. Le pedí lo moviera y me explicó que los lugares de estacionamiento eras áreas comunes que ocupaban los condominos conforme llegaban a sus viviendas.

La situación además de sorprenderme me generó molestía porque yo salía muy temprano y regresaba despues de las oho de la noche y todos los lugares estaban ocupados. Decidí enfrentar la situación buscando la forma de ocupar “mis espacios” como habia visto en otras unidades habitacionales: usando tubos, cadenas, enrejados… con la convicción de enfrentar a mis vencinos como unos abusivos.

La voz de mi esposa ayudo a moderar mi actitud cuando me dijo que reflexionara antes de actuar. Me recordó que habíamos decidido comprar ese departamento para habitarlo por décadas de manera que si empazaba por medidas ofensivas, tendría que asumir el costo de mis actos para ella y mis hijos en los siguientes años.

La solución la encontré fue al acudir a la Procuraduría Social y conocer la entonces Ley de Propiedad en Condominio me hice un promotor activo de la organización de los condominios para el uso racional de las áreas comunes. Construimos juntos un reglamento para el uso del estacionamiento y acordamos en asamblea que la administración la llevaran los propios condominos. Con el paso del tiempo la organización se expandió al resto de las secciones de la Unidad Habitacional y en una forma de participación sobre problemas en los cobros del gas, la electricidad y el agua.

Han mejorado mucho las cosas en las unidades habitacionales ciudad desde ese mi primer contacto con la noción del régimen condominal hace más de 25 años y sin duda la democratización de la vida cotidiana pasa por reconocernos como personas capaces de resolver nuestras diferencias de forma pacífica, los conflictos de intereses son intrínsecos a a la vida social. La manera de como abordarlos y gestionar las alternativas depende en gran medida de entender y respetar las reglas de convivencia humana con que contamos y ejercer nuesta derecho a opinar, a escuchar argumentos y declarar la voluntad de encontrar un arreglo justo para las partes o en permitir la intervención de terceros para lograrlo, incluidas las instituciones.

Sin embargo, aún existen rejas, cadenas y candados en áreas comunes en muchas Unidades Habitacionales. Todavía hay quienes usan diferentes formas de violencia contra sus vecinos para imponer sus intereses.

Sigue privando el individualismo sobre la noción de bien común y colectivididad. El desconocimiento de nuestros derechos, de las normas y las instituciones, así como de nuestras responsabilidades y obligaciones como ciudadanos a doscientos años de país independiente.

Tengo la expectativa de que estamos viajando hacia una nueva etapa en la historia y la cultura que puede dejar atrás prácticas autoritarias, de corrupción y privilegios para arribar a una dónde creamos en nosotros mismos, como un pueblo justo, solidario, generador de riqueza y pacífico. Dónde la discriminación, la exclusión y la enorme desigualdad sean una referencia de lo que no volveremos a ser.

A partir del presente artículo iniciaremos una bitácora de viaje en la construcción de ciudadanía, participación, democracia, poder, gobierno y sociedad en la enorme esfera pública en la que nos movemos. Quiero cerrar compartiendo con ustedes algunos fragmentos del maravilloso poema “Camino a Itaca” del griego Konstantino Kavafis.

 

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

 

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

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