Amy Coney Barrett fue confirmada como jueza de la Suprema Corte de Estados Unidos, esto por un Senado supuestamente dividido, donde los votos republicanos terminaron superando a los demócratas.
La jueza nominada por el presidente, Donald Trump, queda confirmada como la sucesora de Ruth Bader Ginsburg, y abre la oportunidad a que la nueva Suprema Corte tenga una mayoría conservadora entre sus integrantes.
Cabe destacar que, con la incorporación de la jueza Amy Coney Barrett, se abre una nueva posibilidad de legislaciones sobre el aborto, Ley de Cuidado de Salud Asequible e incluso las propias elecciones.
Los demócratas lamentaron que no pudiera posponerse el proceso, por lo que la jueza se incorpora como la tercera magistrada llevada por el presidente a la Suprema Corte.
Barret tiene 48 años, y su nombramiento se realizó de forma vitalicia, como la 115 jueza que solidificará la postura del máximo órgano colegiado hacia una postura de derecha.
La votación del lunes tuvo un resultado de 52 a favor y 48 en contra, fue la confirmación que más cerca se ha hecho previo a una elección presidencial, y la primera en los tiempos modernos.
Del mismo modo que los republicanos bloquearon la confirmación de un juez progresista durante el último año de Barack Obama, no quisieron arriesgarse ahora a que una posible victoria demócrata en los comicios pensados del 3 de noviembre.
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