Acerca de la situación conflictiva que se ha desatado por el agua en Chihuahua, el exgobernador del estado, Patricio Martínez, advierte que el Tratado de 1944 “no tiene ninguna reglamentación para su aplicación con México, está suelto, tan suelto que parece que el único obligado a pagar es Chihuahua, y Chihuahua no es México y en México son seis tributarios, cinco de Coahuila y uno de Chihuahua, pero ahora quieren sacar todo de aquí”
Entrevistado por El Heraldo de Chihuahua puntualiza que el panorama para el año 2021 no es nada esperanzador para el campo, no sólo para la República Mexicana, sino que para los Estados Unidos también, pues adelantó que el próximo año el Valle de Juárez quedará sin agua ya que ése se llena con agua del extranjero, pero al momento no tienen reserva para hacer el próximo pago y México no puede cobrarle algo que no tiene el país vecino.
El exgobernador del estado considera que el tema del agua se ha dejado escalonar de una forma irresponsable, toda vez que se ha desinformado en que el estado de Chihuahua es el único responsable en pagar ese tratado, sin embargo, acusó que el agua es para cubrir las necesidades de Tamaulipas.
“Tamaulipas se convierte en la agencia de cobranza de los Estados Unidos, para que se pague el agua del tratado, qué interés puede tener Tamaulipas, con qué autoridad, si ellos no pagan nada, con qué autoridad moral exige que se pague agua al Tratado, cuando ellos (Estados Unidos) terminaron con sus reservas ”, indica.
Martínez García también señala que “hay un mar de confusiones” en este asunto y que se ha politizado innecesariamente por la torpeza de funcionarios federales.
Las gráficas y estadísticas que presentó la Comisión Nacional del Agua (Conagua), son erróneas, agregó, toda vez que a nivel nacional se expuso el pago del Tratado que ha tenido Chihuahua a lo largo de los años, pero que esto no fue a causa de algún gobernador, sino que depende únicamente del agua que entrega el cielo.
Pero en todos esos largos meses, como ahora, la directora de Conagua, Blanca Jiménez, no fue capaz de discutir y analizar el tema con los concesionarios de los distritos de riego, ni, mucho menos, ofrecer información cierta, puntual, detallada, de las cantidades de agua entregada a los EU y la aportada por Chihuahua.
Cabe recordar que el Tratado de Límites y Aguas de 1944 es el documento legal en el que se establece cómo se deben repartir, México y Estados Unidos, el agua de los ríos Colorado, Tijuana y el río Bravo (Grande), desde Fort Quitman, Texas, Estados Unidos de América, hasta el Golfo de México, a fin de obtener su utilización más completa y satisfactoria.
Así pues, en virtud de ese tratado, por periodos quinquenales (ciclos de cinco años) Estados Unidos entrega a México cuatro mil 317 millones de metros cúbicos de agua.
En contrapartida, México debe entregar a Estados Unidos 410 millones de metros cúbicos. Actualmente estamos en el ciclo 35 (quinquenio) y de acuerdo con la documentación consultada en CILA (Comisión Internacional de Límites Aguas), México no tiene adeudo alguno por ese concepto con el vecino país.
En el Tratado se establece con claridad que los volúmenes de agua que entregan ambos países corresponden a los escurrimientos y demasías en las cuencas de los ríos mencionados, así como los correspondientes en México; Río Conchos, Río San Diego, Río San Rodrigo, Río Escondido, Río Salado y Arroyo de Las Vacas.
A pesar de que el conflicto no tiene poco tiempo, la postura del gobierno federal no ha variado nada, y se ha recurrido a la extracción de agua de las presas de Chihuahua para cumplimiento del Tratado, aunque eso represente dejar sin agua las presas del estado y, con ello, la afectación importante para el próximo ciclo agrícola.
Desde febrero se han registrado cuatro enfrentamientos entre militares y campesinos. Todos para frenar la apertura de las compuertas de las presas del estado del norte. Uno se dio en febrero; uno, en marzo, otro, en julio, y el último fue el martes pasado, cuando los agricultores tomaron la presa la Boquilla.
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