El vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, aseveró que la Iglesia Católica está lista para cumplir con las medidas que suponen el paso al semáforo amarillo, donde se podría ampliar el aforo a los templos de un 25 a un 50 por ciento de su capacidad, pero manteniendo todos los protocolos contemplados.
“Nos da mucho gusto que pasemos al amarillo si se da esta indicación porque quiere decir que a nivel de salud pública hay mejor control, mejor conocimiento y que de parte de la sociedad hay una participación responsable”.
En este mismo sentido, el vicario de la Diócesis llamó a la población a no relajar las medidas a pesar de una posible reapertura en espacios para la recreación, y pidió mesura para toda la gente que pueda acudir a los templos durante una misa.
“No relajarnos en cuanto a las normas y la aplicación de los protocolos, el poder pasar a una nueva normalidad implica mucha responsabilidad, hay que seguir con los cuidados, a nosotros y cuidando a los demás”.
En cuanto a algunos casos confirmados al interior de la iglesia en Querétaro, el vicario confirmó que existieron 3 contagios, pero ninguno fue de gravedad y sin que se requiriera hospitalización; no obstante, resaltó el fallecimiento de un sacerdote en el municipio de Amealco, quien tenía complicaciones en su salud desde tiempo anterior.
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