La Universidad Autónoma de Querétaro formaliza la prueba para COVID-19 como un servicio universitario, así lo aseveró la rectora Tersesa García Gasca.
Debido a esta situación, se prevé que a partir del 10 de agosto, dicha prueba se convertirá en un servicio formal universitario, con un costo de recuperación de 600 pesos.
Cabe recordar que las pruebas ofertadas por la UAQ se dividen en dos rubros: una que busca propiamente el virus SARS-CoV-2 (causante de la enfermedad COVID-19) y otra que sirve para detectar los anticuerpos generados por este padecimiento; en ambos casos, el precio de 600 se mantendría fijo.
Si bien la universidad busca formalizar este servicio, la rectora aclaró que procurarán mantener una postura de apoyo a la sociedad, debido a la importancia de estas pruebas por la crisis de salud; se busca que los precios sean accesibles, además de generar un esquema en el que las personas que no cuenten con los recursos puedan quedar exentas del pago.
Recursos del subsidio
Durante la primera etapa de pruebas realizadas por la máxima casa de estudios (conocida como etapa experimental), dicha institución contó con un recurso de 600 mil pesos otorgados por la Secretaría de Salud para iniciar con los protocolos correspondientes. Aunado a esto, el Patronato de la UAQ aportó una cifra aproximada de 300 mil pesos y se contó con 400 mil pesos de donativos aportados por diversas empresas.
Gracias a estos recursos, la universidad tuvo la capacidad para dar atención a más de 7 mil 500 personas de forma individual, además de servicios especiales para el personal de las empresas que aportaron recursos.
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