El presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Gerardo Sosa Castelán, fue aprehendido con base en la orden de captura solicitada por la Fiscalía General de la República y otorgada por un juez de la Ciudad de México.
Los delitos que se imputan son lavado de dinero, peculado defraudación fiscal.
Desde el año pasado estaba en la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto.
El proceso inició con el “congelamiento” de más de 220 cuentas bancarias relacionadas con sus actividades en el Patronato de la UAEH.
La UIF también rastreó cuentas en Suiza, cifradas en 151 millones de dólares
Además, desde mayo pasado, esas cuentas fueron intervenidas con base en una denuncia de la Administración para el Control de Drogas (DEA) del gobierno de los Estados Unidos, por presunto lavado de dinero del crimen organizado.
Militante en el Partido Revolucionario Institucional, al que dimitió el 20 de febrero de 2018, bajo el argumento de que el “cambio resulta imposible en una organización política que ve en la crítica constructiva una expresión de indisciplina y en el debate abierto una forma de confrontación y enemistad”
Oriundo de Acaxoxhitlan, Hidalgo, Sosa Castelán cursó el bachillerato en la Preparatorio Dos de la UAEJ, en Tulancingo, Hidalgo; en 1979 obtuvo su Tíutulo de Licenciado en Derecho y en la misma institución educativa estudió la Maestría en Criminología, en 1985 y para 1990 obtuvo el Diplomado en Economía por la Universidad de Harvard.
Sosa Castelán es creador del llamado “Grupo Universidad” se ha caracterizado por la imposición de criterios entre la planta magisterial de la UAEH y quienes denuncian o publican sus maneras de conducirse, son agredidos verbalmente o son despedidos sin ninguna limitante.
Inclusive, ha tenido enfrentamientos con la prensa y es muy conocido en el ambiente político su litigio con el columnista Miguel Angel Granados Chapa (QEPD), a quien trató de desgastar prolongando con diferentes trucos legaloides el proceso por su falsa denuncia de “daño moral”.
La prensa local se refiere a Sosa Castelán como «soberbio por saberse dueño y señor de la UAEH, y vulnerar su principal bandera: la autonomía, al ponerla al servicio de un partido político, sin percatarse que abrió una herida entre académicos y empleados jubilados, que reciben míseras pensiones o de plano se las niegan, mientras Gerardo Sosa, maneja discrecionalmente un fondo de más de 3 mil millones de pesos, formado con sus cuotas”