Un documento de la Dirección General de Investigación Estratégica del Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado de la República, sostiene que los datos de las pruebas son vitales para observar hasta dónde se ha “aplanado la curva”.
La información estadística derivada de la pandemia es muy importante porque de ahí se obtendrán las cifras más confiables para acercarse una estimación más realista de la situación.
El estudio titulado “Covid-19: evolución y estimaciones de las curvas epidémicas”, elaborado por Jesús Martínez Soria, sostiene que las pruebas diagnósticas son determinantes en la configuración de la curva epidémica, porque ayuda a dimensionar el número de casos confirmados y los que no se detectan oportunamente.
Con ello las autoridades correspondientes obtendrán mayor certeza en el conocimiento del número de casos totales y a la evolución de la epidemia, así como mayor confianza en la gestión de la información estadística.
“También sería conveniente realizar una revisión técnica de los modelos matemáticos y de los métodos estadísticos por un equipo de expertos académicos…
La aplicación numerosa de pruebas diagnósticas PCR es la vía más práctica para aproximarse a la magnitud real de la epidemia.
Esta acción se podría complementar con la aplicación de pruebas serológicas para identificar a las personas que han pasado ya por el contagio sin haber pasado por el registro oficial, apunta la investigación.
El Instituto propone revisiones técnicas de los modelos matemáticos y métodos estadísticos por parte de expertos académicos. Así podrían realizarse las mejoras necesarias para lograr resultados confiables.
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— EL PAÍS México (@elpaismexico) August 7, 2020
‘Nueve vidas mexicanas’
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